La finlandesa Nokia y su división de telecomunicaciones, es a la fecha uno de los más importantes proveedores de redes del mundo, compitiendo palmo a palmo contra Huawei, pese a las restricciones en diversos países ha logrado sostener su mercado y también compite contra la sueca Ericcson, que hasta hace unos años logró reorganizarse y seguir con su negocio.
Las tres compañías de redes tienen negocios en diversos países de América Latina, como Brasil, Perú y Chile, participando activamente en las licitaciones de implementación 5G en la región.
Sin duda, el negocio es atractivo y de ello ha dado cuenta la surcoreana Samsung, la cual cuenta con una división de Radio Access Network (RAN), pero es relativamente pequeña, con una participación de mercado reportada de alrededor del 6,1% el año pasado.
De hecho, tras el veto y solicitud de desmontaje de redes de Huawei en Estados Unidos, Samsung fue elegida para su reemplazo, pero no tuvo la capacidad técnica ni tecnológica para poder cumplir con los compromisos, dejando el contrato con las autoridades de la Federal Communication Commite (FCC).
De acuerdo a un reporte, ahora Samsung planea adquirir el negocio de infraestructura de red de Nokia y estaría ofreciendo US$10 mil millones por toda la división de redes y si el acuerdo se concreta, Samsung se convertirá efectivamente en el segundo mayor proveedor del rubro en el mundo, con una participación de mercado del 25,6%.
Samsung ya fabrica estaciones base, conjuntos de chips, dispositivos, radios y equipos centrales 4G y 5G, por lo que no es que el gigante coreano sea nuevo en el negocio de la infraestructura entregándo soluciones a operadores en todo el mundo, incluidos los más importantes de Canadá, Alemania, India, Japón y Reino Unido.
La consecuencia inmediata sería la afectación del negocio de telecomunicaciones de Huawei, que ya ha sido bastante castigada, y que al ver que su competidor Nokia pasa a manos de Samsung, perdería más mercado y dejaría de generar ingresos importantes.