Mario Romero.- Tras la implementación de nuevos aranceles a los productos que provienen de China hacia EE.UU, la «médula» del negocio o también llamado modelo Temu-Shein era simple, pues ofrecía precios imposibles, logística directa desde China, márgenes ínfimos apostando por volumen y gasto masivo en anuncios.
La exención que permitía esquivar impuestos, mantener los costos mínimos y canalizar recursos a publicidad en lugar de infraestructura local, lo cual ha llegado a su fin, pues tal como estaba planteado, ese modelo ya no es viable.
Temu ha comenzado a cobrar “cargos de importación” y ha anunciado su transición a un sistema de logística basado en almacenes estadounidenses, lo que conlleva inversiones significativas y una inevitable alza de precios.
Como efecto colateral, en el corte del gasto publicitario de Temu y Shein golpea duramente a las firmas tecnológicas y sus balances y el holding Meta, por ejemplo, había convertido a los anunciantes chinos en uno de sus segmentos de más rápido crecimiento, con ingresos de 18.400 millones de dólares en 2023 y más del doble que en 2022.
Shein y Temu aumentaron los precios antes del final de la exención del limite de paquetes por hasta US$800.-