Hace años, aún se vendían teléfonos celulares con baterías reemplazables.
En ese momento, las baterías de repuesto se vendían en las tiendas como accesorio, pero con la llegada del iPhone todo ha cambiado. Apple estableció reglas completamente nuevas para el juego y algunas cosas cambiaron para peor.
Aún así, el regreso de las baterías reemplazables podría estar en camino.
En algún momento, Apple introdujo la práctica de pegar materiales para unir componentes.
Eso ayudó a que el dispositivo fuera lo más delgado posible, pero el primer sacrificio fue la batería. y los nuevos no pueden ser reemplazados, al menos no por el usuario medio.
Para cambiarlo en prácticamente cualquier celular hoy en día, hay que acudir a un centro de servicio.
Pero todo indica que esta práctica pronto cambiará. Al menos si sois los legisladores europeos.
Como parte del programa más amplio de derecho a la reparación, existe una discusión sobre obligar a los fabricantes a devolver las baterías reemplazables. Es decir, el dispositivo debe construirse de tal manera que no se necesiten herramientas o habilidades especiales para reemplazarlo.
Esta decisión fue aceptada ayer casi por unanimidad en el Parlamento Europeo, esto significa que la batería deberá insertarse en la carcasa de alguna otra manera.
Porque prácticamente todos van pegados a la parte trasera del panel de visualización. Si recientemente llevó su teléfono celular al servicio debido a una pantalla rota, probablemente notó que tenía una batería nueva en su interior. Esto es aceptable e incluso conveniente mientras el dispositivo está en garantía. Sin embargo, cuando caduque, reemplazar la pantalla le costará casi la mitad del valor de todo el dispositivo.
Sin duda, esto también tendrá un impacto en el medio ambiente, ya que se desecharán menos dispositivos solo por el agotamiento de las fuentes de energía. La devolución de baterías reemplazables también puede ayudar con este problema. Por otro lado, sin duda hará la vida más difícil a los fabricantes. Después de todo, nadie los obligó a complicar aún más la forma en que se fabrican los teléfonos móviles. Según una investigación realizada en ese momento, muchos usuarios afirmaron que sacrificarían unos pocos milímetros de grosor del dispositivo por una batería reemplazable.
Teniendo en cuenta que solo la UE hace este tipo de regulación, es cuestionable cómo responderán a esta decisión. No es aceptable devolver la tecnología de producción al nivel de hace 10 años. Por lo tanto, no debe esperar que volvamos a tener teléfonos móviles con una carcasa trasera clásica.
De todos modos, los fabricantes tienen tiempo suficiente hasta 2027 para adaptar sus planes de producción e instalaciones a esta decisión. Esto significa que seguramente usaremos teléfonos móviles como los conocemos hoy. Durante al menos otros cuatro años. Queda por ver cómo serán los teléfonos en el futuro. Pasado el plazo fijado, los fabricantes tendrán que encontrar la forma de afrontar este reto.
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