La Unión Europea ha establecido, luego de años de discusión, el standard de cables de conexión, el cual recae en el USB-C, que está presente en el 99% de los teléfonos Android y solo en los iPad Pro de Apple, siendo ésta la más complicada por la determinación, pero que está lejos de afectarla.
Las razones de por qué Apple jamás usará un conector USB-C va más allá de la porfía de la Ley, pues la misma normativa Europea está otorgando un plazo tan amplio, que perfectamente veremos, por ejemplo hasta el iPhone 17 recién implementando «algo» nuevo respecto de sus conectores, pues se ha otorgado un plazo de hasta cuatro años para implementarlo.
Y sabemos que cuatro años en este rubro, equivalen a cuarenta años de cualquier otra industria, pues la tecnológica es sin duda una de las más dinámicas y con cambios brutales en corto tiempo.
Hoy Apple usa su conector Lightning en sus iPhones, incluyendo el recién salido en algunos mercados, y si bien se declaró en contra de la resolución, está lejos de adoptarla, más allá de cables más o cables menos, la firma es reconocida por querer seguir su propio camino y a su propio ritmo.
Basta con ver cuánto se demoró en adoptar las pantallas OLED (recién llegaron con el iPhone X) y la tasa de refresco (recién ahora con los iPhone 13 Pro) cuando el resto de la industria lleva al menos cinco años adelante y respecto de los conectores USB-C, al menos siete años fácil.
Apple no se moverá de su conector Lightning y pasará a ofrecer carga inalámbrica, con sus MagSafe, pues ya las estrenó en los iPhone 12 y si bien es una carga lenta, resulta más práctico en términos de ingeniería, seguir adelante que modificar el diseño del iPhone y plazo tiene de sobra para lograrlo y así tener toda su línea unificada.
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