La semana pasada, sin mayor ruido mediático, Estados Unidos agregó a nuevas compañías chinas a su lista negra, sanciones que ya está mostrando efectos, pues el mayor fabricante de chips por contrato, TSMC ha suspendido nuevos pedidos de chips de una de las empresas recientemente incluidas en la lista negra.
Según un informe de South China Morning Post, el mayor fabricante de chips por contrato del mundo ha dejado de recibir pedidos de Phytium Information Technology, una de las siete empresas chinas relacionadas con Supercomputadoras que se agregaron a la lista y la compañía completará cualquier pedido existente que se haya realizado antes de que las empresas chinas se agregaran a la lista negra por acusaciones de seguridad nacional.
TSMC afirmó que la empresa «cumplirá con todas las leyes y regulaciones como siempre, y operará de acuerdo con las restricciones de exportación» y si bien China está invirtiendo fuertemente en el desarrollo de su tecnología de semiconductores, aún depende de tecnología extranjera y chips del exterior.
Las supercomputadoras de China utilizan procesadores fabricados por Intel, AMD e IBM y las sanciones afectarían definitivamente la capacidad del país para mantenerse en su posición de liderazgo en el área, porque todas las supercomputadoras actuales utilizan principalmente componentes fabricados en Estados Unidos, pese a existir opciones en Japón y Corea del Sur.
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