Mario Romero.- Cuando en un comienzo se habló de la opción de acceder con los iPhones a los servicios de Starlink, más allá de S.O.S o SMS, llamados Cell to Phone, los problemas que se generaron en EE.UU no fueron menores e incluso, afectó la implementación de ellos a los operadores mundiales como Vodafone en España o Entel en Chile.
Para entender en contexto, hay que considerar que Apple y Starlink no colaboraron directamente para ofrecer el servicio satelital en iPhones, pues la principal razón es una intensa rivalidad entre las empresas, marcada por la competencia por recursos de espectro y diferencias estratégicas.
En un comienzo del proyecto, el fundador de SpaceX, Elon Musk ofreció a Apple un acuerdo por US$5 mil millones para que Starlink fuera su proveedor exclusivo de conectividad satelital durante 18 meses, y luego cobrar US$1 mil millones al año.
Apple rechazó la propuesta en 2022, en parte por su temor a ser regulada como una empresa de telecomunicaciones y la compañía prefirió invertir en Globalstar, su actual socio, mientras que SpaceX (la empresa matriz de Starlink) desafió repetidamente los derechos de espectro de Globalstar ante la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC).
SpaceX acusó a Apple de acaparar espectro y a Globalstar de no utilizarlo significativamente.
Como es sabido, Apple mantiene un control estricto sobre su ecosistema de software y el servicio satelital integrado en el iPhone, lo cual va en contra de los planes de Starlink, que ha buscado una amplia compatibilidad del servicio directo a celular a través de operadores, en lugar de depender de una única marca.
Tras la disputa, Starlink se asoció con T-Mobile para ofrecer servicio satelital Direct to Cell (Directo a celular), con capacidad para mensajes de texto y, más adelante, llamadas de voz y video, el que comenzó a operar en EE.UU hace unas semanas.
Tras algunas diferencias entre las partes, se llegó a un acuerdo para que el servicio de T-Mobile/Starlink sea compatible con modelos más recientes, esto es, desde el iPhone 14 en adelante.
Del mismo modo, Apple ha invertido US$1.500 millones en Globalstar para el servicio de Emergencia SOS y, más tarde, para mensajes de texto por satélite, pero técnicamente es más lento en cuanto a velocidad y se debe apuntar el iPhone al cielo, como ocurre con un teléfono satelital de hace años.
Además, y dada la situación financiera de Globalstar, se ha mencionado fuertemente entre analistas que Apple podría abandonar a Globalstar, ya que la compañía no está dispuesta a ser regulada como una operadora de telecomunicaciones.
Es por ello, que después de años de ignorar el servicio Starlink de Elon Musk, hay señales de que Apple puede tener que ceder si sus ambiciones satelitales para el iPhone tienen éxito.
Según reporta el medio de investigación The Information, señalan que un acuerdo de Apple y Starlink podría estar en las cartas debido a ciertos factores, lo cual no ha sido confirmado por Apple, Starlink o el actual proveedor de satélites de Apple.
Pero hay «ingredientes» y factores claves que bien podrían hacer que una firma esté cerca de estamparse en un contrato, pues los nuevos satélites de SpaceX pueden soportar iPhones, mientras que el CEO de Globalstar está hablando de vender la empresa y SpaceX ha añadido específicamente soporte para el mismo espectro de radio que Apple utiliza actualmente.








