El hecho de que la firma china Xiaomi haya sido puesta en la lista negra del gobierno de EE.UU en los estertores de la administración del entonces presidente Trump, a la cual calificó como una “empresa militar china comunista” lo que le vale la calificación para ser incluida bajo la Orden Ejecutiva de la administración que prohíbe a las compañías de valores e inversiones estadounidenses poner capital en firmas chinas, una determinación que rige a partir de noviembre próximo.
Para resolver el tema, Xiaomi ahora está demandando al gobierno de EE. UU con el objetivo de revertir la prohibición de inversiones y si la decisión se mantiene, todos los inversores institucionales estadounidenses en Xiaomi se verían obligados a retirar las participaciones en la empresa en noviembre.
Algunos de los inversores son Qualcomm, BlackRock, Vanguard Group y State Street Corp.
Xiaomi ha presentado una demanda contra los Departamentos de Defensa y Tesoro de EE. UU.y nombra al secretario de Defensa Lloyd Austin y a la secretaria del Tesoro Janet Yellen como acusados y califican el hecho de ser incluidos en la lista negra de «inconstitucional» y señalaron en la presentación judicial que Xiaomi enfrenta un daño inminente, severo e irreparable si la designación permanece las restricciones entran en vigencia.
Al respecto, la nueva administración está esperando la aprobación por parte del Congreso de la nueva directora del Departamento de Comercio, y de ahí enfocarse en resolver dos temas que están recibiendo alta presión por parte de senadores de ambos partidos, y es el hecho de resolver (para bien o no) la situación de Huawei, ZTE y ahora Xiaomi.
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