Si bien los fabricantes de teléfonos han ido entendiendo que el bloatware o aquéllos programas de relleno que generalmente son juegos que nadie juega o apps inútiles o que están repetidas, como reproductores de música, cada vez es más molesto y es determinante para un usuario al momento de la compra, ahora será una norma clara y precisa que la Union Europea pretende imponer.
En esa línea se espera que se apruebe una nueva llamada Ley de Servicios Digitales, que, entre otras cosas, tiene como objetivo darle más control sobre las aplicaciones que tiene el usuario en su teléfono.
Ante la natural molestia del usuario por encontrarse con su teléfono ocupando espacio innecesario, la Union Europea obligará a los fabricantes a hacer posible la desinstalación de todas las aplicaciones no deseadas, y esto debido a que hoy al menos algunas de las aplicaciones no se pueden eliminar a menos que actualice una ROM diferente, algo que no está al alcance ni el conocimiento de todos los usuarios para hacerlo.
La normativa está dirigida a grandes empresas como Google y Apple, asegurándose de que utilicen los datos recopilados solo para servicios publicitarios, no para sus propias actividades comerciales y haciéndolos accesibles a sus socios comerciales y ambas compañías no podrán aprovechar los datos que recopilan de sus socios comerciales para beneficiar sus propios servicios, algo que Apple ha estado haciendo con su App Store y Google con Play Store.
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