En plena pandemia de coronavirus, un mercado móvil a la baja y con lanzamientos de gamas altas a tan alto precio como las cifras de contagios, sumando una contracción enorme en la economía mundial, hace de la llegada del iPhone SE (2020) un hecho especialmente digno de análisis, tomando en cuenta lo mencionado, y si se analiza en contexto, ver qué ocurre con Android en este apartado.
La tendencia este año es que los gama alta Android se han disparado en los pies con precios altos, grandes prestaciones que nadie discute y pantallas que se empinan cerca de las 7″ que no se atreven ni a pestañear, pero reaparece un dispositivo bastante más pequeño, tosco si se mira en el contexto de diseño actual, pero a un precio que es 2,5 veces menor que un Samsung S20 Ultra, un OnePlus 8 Pro o un Huawei P40 Pro.
La clave de este lanzamiento de Apple ( o si se prefiere, este «refresco» de un iPhone) está en re empaquetar un iPhone 8, tomar algunas cosas de las cámaras del iPhone XR y del iPhone 11, pero más allá de ello, el secreto del eventual éxito que podrá tener Apple será no solo el precio versus prestaciones, sino la potencia de un chip A13 Bionic (que usan sus hermanos mayores) y que en los testeos de sitios de mediciones de rendimiento, superan al actual Qualcomm Snapdragon 865 y al Kirin 990 de Huawei.
Es muy cierto que un usuario que quiera dos o tres cámaras, o ver en QHD sentirá que el iPhone SE (2020) es una real estafa para el año que vivimos, pero en la práctica, es una solución real a quien busca potencia y rendimiento, que hasta ahora Android no tiene receta ni teléfono para competir.
Pudo ser en años anteriores con alguna receta mágica como el teléfono POCO F1 de Xiaomi que recortó por donde pudo para ofrecer una maravilla en potencia, pero hoy no se encuentra ninguna opción si de procesadores versus precio se pueda encontrar en el mercado y más aún en tiempos complejos, no debería sorprender que este iPhone SE (2020) logre ser un best seller y que erosione el portafolio de gamas medias de varios fabricantes chinos, que durante los últimos años han copado con excelentes propuestas valor-calidad el mercado.
Ahora Apple ha golpeado la mesa y habrá que ver cómo reacciona el mercado, y cómo reaccionan los fabricantes de teléfonos Android, porque nada se saca con tablas comparativas, donde daría cierto pudor mostrar una «pantallita» de 4,7″ HD versus FHD AMOLED de hasta 6,7″ pero que por muy bien hechos que se ofrezcan, siempre cojean en el procesador.
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