Mario Romero.- Durante los últimos días se ha mencionado la idea de crear un bloque de fabricantes de teléfonos chinos, los cuales se proponen dejar Android (ergo Google) y con ello crear un sistema operativo propio, algo que Huawei lleva años ya ofreciendo, así como el desarrollo y fabricación de su propia tecnología, partiendo por el procesador Kirin.
Ahora, según reporta Android Headlines, el fabricante Xiaomi se está preparando para lanzar su propio chipset bajo una nueva entidad llamada la compañía Xiaomi Xring, posiblemente para evitar eventuales sanciones de EE.UU y si bien los detalles siguen siendo escasos, la medida replica tanto el camino obligado que tomó Huawei como también la estrategia Tensor de Google.
Este desafío plantea preguntas sobre la capacidad de China para competir en la carrera global de semiconductores.
Como ha ocurrido, cada fabricante ya construye sus propios chips y los fabrica a través de terceros.
Por ejmplo, Apple tiene su serie A, Google tiene la serie Tensor, Samsung tiene su serie Exynos y Huawei tiene su serie Kirin.
Por lo tanto, que Xiaomi se suba al carro y que la compañía cree su propia serie de chipsets Xring no nos sorprende realmente.
Sobre ese plan, se menciona que Xiaomi se está preparando para lanzar su propio chipset, que aparentemente se llama Xring y se dice que el equipo detrás de Xring comprende alrededor de 1.000 empleados, y sería una unidad de negocio independiente, tal como es la filial Hiliscon de Huawei para sus chips Kirin.
No está claro cuál sería el plan y el futuro de un eventual procesador Xring de Xiaomi.
Además, no se debe dejar de lado, que Xiaomi trabaja estrechamente tanto con Qualcomm y MediaTek y son sus proveedores más importantes, por tanto si Xiaomi solo planea usar el Xring para sus propios teléfonos, entonces podría generar algún tipo de conflicto.
Este es el mismo camino que Google está tomando con sus chipsets Tensor. Al crear su propio chipset personalizado, Google obtiene más control tanto sobre el hardware como sobre el software. También significa que Google no necesita confiar en Qualcomm para decidir qué puede o no puede hacer Android.
Si Xiaomi no puede desarrollar un chipset que ofrezca un rendimiento significativo, podría abrir un nuevo camino, pero para ello serían años de trabajo, pues solo basta ver cuánto empeño ha puesto Huawei y SMIC para acortar la brecha tecnológica.







