Mario Romero.- Lo que comenzó como un rumor, un pequeño ruido desde la cadena de suministros de los grandes ensambladores de China, se esta convirtiendo en una dura realidad, ajena a especuladores y lejana a aquéllos tiempos post pandemia.
El alza en los precios de teléfonos y de portátiles es inevitable debido al fuerte aumento en los valores de los chips de memoria y esto se espera continúe debido a la mayor demanda de la industria de la inteligencia artificial, mientras que es probable que los consumidores promedio paguen más por un nuevo teléfono inteligente, según los analistas.
Se preveía que los precios de los chips de memoria aumentaran un 30 por ciento en el cuarto trimestre de este año y un 20 por ciento más en 2026, después de un aumento del 50 por ciento en lo que va del año, dijo Counterpoint Research en un informe de la semana pasada.
El costo más alto refleja el rápido cambio en la estrategia para los principales fabricantes de chips de memoria, ya que se centran más en el suministro de productos de almacenamiento de gran capacidad para empresas involucradas en proyectos de IA y aquellos que ejecutan centros de datos.

Eso ha resultado en la comprisa de suministros de productos de memoria convencionales para productos electrónicos de consumo.
La alta demanda de chips DDR4 y LPDDR4 había provocado una grave escasez y una implacable escalada de precios en China, y la escasez de chips de memoria se había vuelto tan grave en el continente que todas las líneas de productos de almacenamiento habían duplicado sus precios en comparación con hace seis meses.
Los precios de algunos de estos chips de memoria habían aumentado de cinco a seis veces según diversos reportes desde la cadena de suministros.
Los consumidores promedio han comenzado a verse afectados, ya que las grandes empresas tecnológicas obtienen más chips de memoria para construir su infraestructura de IA, mientras que los fabricantes de teléfonos inteligentes se esfuerzan por comprar estos chips a un costo más alto.
La escasez de chips de memoria había resultado en un salto del 15 por ciento en la lista de materiales para algunos modelos de teléfonos inteligentes, según Counterpoint. Esperaba que esta escasez de suministros afectara a todo el ecosistema de electrónica de consumo.
«Los fabricantes de teléfonos inteligentes básicamente están adoptando un enfoque de ‘tomar lo que sea necesario’ para absorber el aumento del costo e intentarán negociar los precios y el suministro directamente con los fabricantes de chips de memoria, o reducirán el costo mediante la reutilización de algunos módulos de pantalla o cámara»
Analista senior de Counterpoint, Ivan Lam.
El aumento del precio de la memoria ya se reflejó en los nuevos teléfonos lanzados en el cuarto trimestre, como el Redmi K90 de Xiaomi y el fabricante planeó compensar esta situación optimizando su combinación de productos y aumentando el precio de venta promedio de sus productos, según el presidente de la compañía, Lu Weibing.







