Mario Romero.- Tras el lanzamiento del sistema operativo HarmonyOS 6 de Huawei en China, los seguidores de la marca y de sus teléfonos quedaron con sensaciones encontradas al no contar con información que señalara alguna opción de su llegada a Occidente.
HarmonyOS no solo es un sistema operativo, es un ecosistema y se basa en en a co-construcción y uso compartido de OpenHarmony, está escrito desde cero sin ningun código de Android, lo cual hace que su implementación fuera de China, donde Android tiene el 76% del mercado, lo transforma en una tarea titánica.
Y si bien por ahora, Huawei sigue con EMUI para los teléfonos que vende, el hecho que se mantenga aún con Android 12, lo hace inviable en el largo plazo, más allá de que no cuente con los servicios de Google, pues hay mecanismos que lo emulan como MicroG.
Gráfica presentada por el CEO de Huawei en el lanzamiento oficial de HarmonyOS 6 en China
Pero eso no es el punto de fondo.
LA HISTORIA QUE HAY QUE SABER
En los cinco años transcurridos desde que OpenHarmony fue de código abierto, tiene más de 130 millones de líneas de código, más de 9.200 colaboradores de la comunidad y lanzó más de 1.300 productos de software y hardware y más de 70 distribuciones de la industria, que cubren todas las áreas de desarrollo de la actividad económica.
Huawei ha hecho llamados públicos y también remunerados a desarrolladores fuera de China, pero no ha logrado entusiasmo fuera de las fronteras.
FALTA DE INTERÉS DE DESARROLLADORES
En las plataformas de desarrolladores como GitHub: la plataforma esencial para el control de versiones y la colaboración en proyectos de código y GitLab que combina un repositorio de código con herramientas para DevOps, no han dado el suficiente respaldo para empujar el traslado de cientos de aplicaciones a HarmonyOS.
Llevar las aplicaciones de Android a HarmonyOS desde cero no es tarea fácil.
Del mismo modo, Huawei no parece presionada o preocupada por apurar el tranco respecto de HarmonyOS para los mercados globales, más si debe implementarlo y pulirlo en China, para sus casi mil millones de usuarios potenciales.
Probablemente, no lo veamos nunca en Occidente y analizando el escenario, los hechos así lo están demostrando.
