No hay duda alguna en el mercado y en la industria que uno de los mayores tropezones corporativos de Apple, luego de su fracaso del proyecto del Apple Car, ha sido la implementación de su plataforma Apple Intelligence, anunciada con ambos y platillos en junio de 2024 en la WWDC y que ha llegado a cuenta gotas y con fallos severos.
A ello se debe sumar la estampida de ejecutivos, ingenieros y parte de los empleados del área de desarrollo, dejando a Tim Cook con un tremendo problema que ni Chat GPT puede resolver.
Además, no es un gran secreto que Apple ha estado luchando durante años para que Siri esté a la altura de su máximo potencial y todo indica que puede estar buscando una mano amiga de Google para llegar allí.
Siri llegó con gran fanfarria con el iPhone 4S en 2011, pero lamentablemente parecía caer en el «equipo B» de la compañía después de la pérdida de sus dos potenciadores más entusiastas, Steve Jobs y el jefe de software Scott Forstall. El asistente de voz languideció durante años con solo actualizaciones menores, convirtiéndose en la blanco de muchos chistes.
Aunque vimos algunos indicios en 2019 de que Apple se estaba poniendo serio sobre Siri, no escuchamos nada concreto hasta que Apple subió al escenario durante su Conferencia Mundial de Desarrolladores (WWDC) de 2024 para mostrar la Inteligencia de Apple con un Siri mucho más consciente de lo personal, uno que podría obtener información en su iPhone y juntar las piezas para responder a sus solicitudes de la forma en que lo haría un asistente humano.
Siri es una pesadilla que bien podría terminar pronto.
Lamentablemente, la presentación original resultó ser mucho humo y ocho meses después, cuando se esperaba que llegara en iOS 18.4, Apple anunció que se retrasaría hasta principios de 2026.
Mientras que Apple ha estado integrando tecnologías de aprendizaje automático en el iPhone durante años para potenciar funciones como la fotografía computacional, Google y OpenAI tienen una ventaja significativa en el desarrollo de modelos de lenguaje grande (LLM) que impulsan Gemini y ChatGPT.
Este es un conjunto fundamentalmente diferente de tecnologías de IA, y puede ser demasiado tarde para que Apple se ponga al día, especialmente porque sus rivales no están exactamente quietos aquí.
La buena noticia (más o menos) es que Apple no planea dejar que su arrogancia se interponga en la entrega de las tecnologías LLM que necesita. Según Mark Gurman de Bloomberg, la compañía tiene un plan de respaldo para licenciar los LLM necesarios de un tercero.
Hasta ahora, esto sigue siendo estrictamente un «Plan B», ya que Apple todavía espera tener sus propios LLM para a tiempo. Sin embargo, las fuentes de Gurman dicen que ya está involucrado en «primeras discusiones» sobre el uso de Gemini de Google para alimentar el nuevo Siri.
No se trata de reemplazar a Siri con Gemini Live, probablemente será un verano bajo cero en Cupertino antes de que eso suceda, sino más bien de que Google desarrolle un modelo de IA personalizado para servir como base de Siri.
En otras palabras, seguiría siendo Siri de Apple, pero sería «Powered by Google».
La desventaja de este plan, además de que Apple subcontrata el cerebro de Siri, es que estos LLM no se ejecutarían en el dispositivo. Las solicitudes de Siri tendrían que ir a los servidores PCC de Apple para ser procesadas, al igual que lo hicieron hace cinco años, antes de que Apple nos diera el procesamiento de Siri en el dispositivo en iOS 15.
Apple está desarrollando simultáneamente dos versiones del nuevo Siri: una denominada Linwood, que funciona con sus modelos, y otra con nombre en clave Glenwood, que funciona con tecnología externa. Sin embargo, no está claro qué pasará con las extensiones de chatbot rivales de terceros si Google u OpenAI comienzan a impulsar la funcionalidad principal de Siri.