Mario Romero.- Si bien en las últimas horas Apple recibió un duro golpe interno, tras la renuncia del responsable de Apple Intelligence, ahora la re organización interna de la compañía y su entorno se tiñe de segundas lecturas, todo por lo que se pensaba sería un camino simple en la previa de la inevitable jubilación del actual CEO de la compañía, Tim Cook.
Cook con 65 años y con el poder en la mano muy dura, ha podido evitar los mensajes que desde hace varios meses recibe desde la junta directiva, la cual le está apretando y pidiendo cuentas por lo que sería el «punto negro» de su administración, y no es otra cosa que el fiasco de Apple Intelligence.
Más que la forma de su estructura, los inversionistas más antiguos han hecho saber que por sobre la cuestionada herramienta, que aún no está al 100 por ciento, ha sido la imagen de la compañía y lo que proyecta en la industria lo que se ha dañado.
Apple se ha quedado atrás en cuanto a innovación y llegó tarde a la IA, cuando ahora Google, Microsoft y Meta lo pasan por arriba y los iPhones aún siguen al debe.
Pero Cook cuenta ahora con un espacio para seguir al mando pues si se daba por hecho el nombre de su sucesor, esto simplemente no ocurrrirá, pues Jeff Williams, de 60 años y quienes daban como el candidato a ser el próximo CEO de Apple ha renunciado a la empresa.
Este «aire» permitirá a la administración de Cook poder seguir adelante con los proyectos que no han cuajado y mantener los números que los inversionistas exigen.
Si preguntan por innovación… hoy parece no importar.
