Las empresas tecnológicas chinas que diseñan sus propios chips avanzados para la fabricación en Taiwán serán las más afectadas por las nuevas restricciones de EE. UU. a las herramientas de software.
El fabricante de teléfonos inteligentes Xiaomi es el primero en ser afectado, luego que una orden de EE.UU que ordena a los grupos de automatización del diseño electrónico (EDA) que dejaran de suministrar su tecnología a China.
Xiaomi presentó un innovador procesador móvil de diseño propio en mayo.
Su chip está en un nodo de miniaturización de 3 nm de vanguardia y se fabrica en Taiwán con una combinación de licencias y herramientas de empresas EDA estadounidenses ahora restringidas.
El tercer fabricante de teléfonos inteligentes más grande del mundo ha pasado años desarrollando su silicio patentado, producido por Taiwan Semiconductor Manufacturing Company.
El presidente de Xiaomi, Lei Jun, dijo en un evento de lanzamiento que su nuevo chip XRING O1 se utilizaría en los últimos teléfonos inteligentes del grupo.
Si bien dichos chips solo representarán una pequeña parte de las ventas de teléfonos inicialmente, él prevé usarlos para todos los futuros teléfonos inteligentes y tabletas de alta gama.
Los detalles completos de la prohibición aún no se han publicado, pero es poco probable que conduzca a la revocación de las licencias existentes. En cambio, las empresas chinas estarían aisladas de futuras actualizaciones y del soporte técnico crucial para que sus chips sigan siendo fabricados en fábricas taiwanesas que utilizan los últimos sistemas estadounidenses, según las mismas personas.
TSMC está, en efecto, prohibido por las restricciones de EE. UU. de hacer chips avanzados de IA para empresas chinas, pero las categorías de teléfonos inteligentes y tablets, y otros procesadores menos avanzados, generalmente han sido exentos
Algunos observadores de la industria argumentan que las restricciones pueden haber llegado demasiado tarde, ya que los fabricantes chinos de EDA, liderados por Empyrean Technology, ya han desarrollado un ecosistema rival de software cada vez más utilizado por los fabricantes de chips chinos.
Las empresas tecnológicas chinas que diseñan sus propios chips avanzados para la fabricación en Taiwán serán las más afectadas por las nuevas restricciones de EE. UU. a las herramientas de software.
